TRADUCTOR

lunes, 19 de enero de 2015

SEGURIDAD Y SALUD LABORAL

La seguridad y salud laboral, es la aplicación de medidas y el desarrollo de las actividades necesarias para la prevención de riesgos derivados del trabajo.
Se construye en un medio ambiente de trabajo adecuado, condiciones de trabajo justas, donde los trabajadores puedan desarrollar la actividad con dignidad y donde sea posible su participación para la mejora de las condiciones de salud y seguridad.
El concepto de salud es definido por Organización Mundial de la Salud como el caso de bienestar físico, mental y social, y no solamente como la ausencia de afecciones o enfermedades.


El trabajo es una fuente de salud porque:

·         Permite conseguir una serie de aspectos positivos y favorables (con el salario, por ejemplo, se pueden adquirir los bienes necesarios para la manutención y bienestar general).

·         Las personas desarrollan una actividad física y mental que revitaliza el organismo al mantenerlo activo y despierto.

·         Desarrolla y activa las relaciones sociales con otras personas a través de la cooperación necesaria para realizar las tareas.

·         Aumenta de la autoestima porque le permite a las personas sentirse útiles a la sociedad.
 
No obstante el trabajo, puede causar diferentes daños a la salud de tipo psíquico, físico o emocional, según sean las condiciones sociales y materiales donde se realice.

Para prevenir los daños a la salud ocasionados por el trabajo está constituida la Organización Internacional del Trabajo (OIT); principal organismo internacional encargado de la mejora permanente de las condiciones de trabajo mediante convenios y las directivas que emanan de ellas.

La seguridad personal inicia con la observación donde el ojo humano es el primer sentido que está alerta ante cualquier eventualidad, suceso o acción.

El ojo recibe y transforma energía radiante que inmediatamente transmite al cerebro donde se produce la visión. La estructura del ojo se parece algo a la de una cámara fotográfica.

 










Tras haber enfocado un objeto el ojo lo ve gracias a su tamaño, brillo, contraste y tiempo…

Tamaño:
Cuando dos objetos están a la misma distancia y son de tamaño desigual, el más grande abarca más superficie de la retina que el menor. Si tienen el mismo brillo, el más grande introducirá más energía luminosa a la retina, por lo tanto será más fácil de ver. El objeto más pequeño puede tener su brillo aumentado hasta el punto de que introduzca más energía luminosa en el ojo que el objeto más grande. Entonces los dos pueden ser igualmente visibles para el ojo.

Brillo:
Es el grado de intensidad que va desde muy apagado a muy brillante. El brillo uniforme sin deslumbramiento es un factor primordial para que se mejore la visibilidad y disminuya la fatiga de los ojos.

Contraste:
Diversidad de brillo o color. Si un objeto tiene el mismo brillo que su fondo y es del mismo color, será invisible cualquiera que sea la cantidad de luz transmitida a la retina. Para que se establezca una imagen en la retina tiene que haber contraste entre el objeto y su fondo.

Tiempo:
La función visual toma tiempo. Los objetos que poco brillo y poco contraste exigen un mayor tiempo de enfoque que los objetos de mayor brillo o contraste. El aumento del brillo, dentro de la capacidad del ojo, acorta el tiempo para ver.
















El color verde es el que se recibe con mayor facilidad, posteriormente inician las tonalidades azules y rojizas que son percibidas aproximadamente en un 30% en comparación con el verde. Ambos colores se encuentran a los extremos de los límites del espectro de luz visible para el ojo humano.

Si se planean y regulan debidamente todos estos factores, se puede aumentar y mejorar la calidad de la producción, mantener áreas con seguridad y eficiencia, atraer más clientes respecto a lo que así se desea.







FUENTE: REVISTA MASH (MEDIO AMBIENTE, SEGURIDAD E HIGIENE) NUMERO 14 AÑO 2014  www.mash.com.mx

No hay comentarios:

Publicar un comentario